Así acabará sus días la Doka de Eduardo. A veces para que unos puedan sobrevivir otros tienen que hacer de donantes. Su corazón alegrará a una venerable anciana con muchas ganas de marcha, pero con alguna taquicardia. La operación será pronto, mientras tanto, Eduvigis descansa al sol del Adelantado, ajena a su final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario